Esa noche Valentino toco durante horas para Andrea que lo miraba estupefacta. Ella parecía derretirse ante cada nota, sus ojos brillaban de felicidad al escucharlo, definitivamente era el la persona que estaba buscando.

Las horas pasaron y el sol comenzaba a asomarse, los planes de Andrea para ese día eran muchos, entre ellos, presentarle al Tano a su nueva banda.

- Bueno, llegamos – dijo ella
- ¿Dónde estamos?
- Este es el estudio de grabación de Pablo, un amigo, acá es donde ensayan tus nuevos compañeros, igual no creo que tengas problema en adaptarte.

La ansiedad de Valentino no pasaba para nada desapercibida, los 5 minutos que tuvieron que esperar desde que Andrea toco el timbre hasta que Pablo abrió la puerta fueron horas para el Tano. El gran momento había llegado, iba a conocer a sus nuevos compañeros.

Al ingresar solo uno de ellos estaba presente, Diego, el contrabajista.

- Valentino, te presento a Diego, el es realmente un icono del contrabajo.
- Hola – dijo el Tano tímidamente – ¿Cómo estas?
- Bien, algo nervioso por la presentación del sábado – dijo Diego mientras afinaba su instrumento
- ¿El sábado? – pregunto Valentino
- Ah, no te avisé, el sábado es la gran inauguración del bar. – dijo Andrea entusiasmada.
- Pero… ¡Hoy es martes! – dijo con cara de espanto
- Si, lo se, pero no tengo duda alguna de que no vas a tener problema para acoplarte a la banda.

El resto de la banda no se hizo esperar y comenzaron el ensayo. Valentino demostró toda su habilidad y al instante ya se había adaptado. Las melodías que salían de ese estudio eran realmente majestuosas.

Los días pasaron y así también los ensayos, pero el viernes Andrea notaba que Valentino estaba preocupado.

- ¿Qué te pasa Tano? Ni tocaste la cena.
- Estoy preocupado, tengo miedo de fallarte.
- No me vas a fallar, lo que pude escuchar en estos días fue increíble, la solidez que tienen al tocar es impresionante.
- Gracias.
- No tenés nada que agradecerme, estoy segura de que mañana la que te va a tener que agradecer a vos voy a ser yo.
- Esta semana fue realmente rara para mí, pero no puedo seguir perdiendo tiempo, voy a ponerme a afinar el saxo.
- Mañana vas a tener una sorpresa, ahora me voy a dormir que estoy muy cansada. Hasta mañana.
- Hasta mañana…

Valentino no pudo dormir esa noche, no solo por los nervios del show, sino que también estaba muy ansioso por saber cual era la sorpresa que lo esperaba.

- Buenos días - dijo Andrea mientras bajaba la escalera
- Buenos días, ¿Qué querés desayunar?
- No hay tiempo para eso, vamos que se nos hace tarde – dijo ella mientras agarraba las llaves del auto.

Valentino no sabia donde estaban yendo, pero ya no se preocupaba por eso, sabía que cada vez que Andrea lo llevaba a algún lado, una cosa increíble pasaba. En el auto el silencio reinaba, hasta que Andrea rompió el hielo.

- No pude dejar de notar que tu saxo esta un poco viejo y oxidado
- Es mi primer saxo, y por desgracia no le pude dar el cuidado que se merece.
- Me imagino que debe valer mucho para vos
- Es mi única fortuna
- Hoy tu suerte puede cambiar – le dijo mientras le guiñaba un ojo.

Andrea detuvo el auto. Y llevo a Valentino hacia un local de música de la calle Talcahuano.

- Elegí el que mas te guste – le dijo señalando hacia una pared llena de saxos
- No puedo permitirlo, de verdad, muero de vergüenza
- Dale, elegí uno, es un pequeño regalo.

Después de más de una hora, estaban volviendo hacia la casa de Andrea con el nuevo saxofón.

Valentino estuvo toda la tarde tocando su nuevo saxo, las horas pasaban y el momento se acercaba, iba a ser el gran día, la gran inauguración.


Continuara...